El proceso de diseño debería ser un jardín de innovación, pero en muchas empresas es un zoológico donde las ideas van a morir. Entre el “síndrome del featureitis” y los HiPPOs (Highest Paid Person’s Opinion), el resultado es un cementerio de funcionalidades que nadie usa… pero ¡eh! Al menos el jefe se siente importante.
Featureitis: Cuando tu producto es un Frankenstein de código
La featureitis es como una fiebre que hace creer a los jefes que más = mejor. ¿Ejemplo? Google Stadia, que añadió tantas promesas (juegos en la nube, 4K, sin consola) que olvidó preguntar: “¿A alguien le importa?”. Resultado: Murió más rápido que un Tamagotchi sin batería.
HiPPOs en acción:
“¡Añadamos realidad aumentada al ERP (planificación de recursos empresariales)!” Dicho por un CEO que confunde innovación con desperdiciar presupuesto.
Quibi, la plataforma que invirtió $1.75 mil millones en videos cortos… para que los usuarios prefirieran TikTok.
Ley universal: Si el HiPPO sugiere un “chatbot con emociones”, corre. Corre sin mirar atrás.
Parálisis por análisis: Cuando planificar es el nuevo procrastinar
El PUFFIn (Planificador Ultra Fanático de Fábricas Inútiles) es ese jefe que prefiere 50 reuniones a tomar una decisión. Ejemplo: Microsoft HoloLens, que pasó años “perfeccionando” sus gafas de realidad mixta… mientras Meta se comía el mercado (The Verge).
Síntomas del PUFFIn:
Roadmaps más largos que la Biblia.
Reuniones para planificar reuniones.
Frase favorita: “¿Y si hacemos otro estudio de mercado?”.
La fábrica de humo: Donde las ideas van a morir (y los equipos también)
En la feature factory, el producto es un Frankenstein:
Aplicación de fitness con marketplace, foro y clases de yoga… pero sin funcionar bien el contador de pasos.
Software empresarial con IA predictiva… que falla al guardar archivos.
Consecuencias:
Usuarios huyen como de una plaga.
Equipos desmotivados que sueñan con quemar la oficina.
La cura: Menos humo, más fuego (pero controlado)
Para escapar del zoológico del management, necesitas:
MVP, no MVP (Most Valuable PowerPoint):
Lanza versiones mínimas viables, no presentaciones de 100 slides. Ejemplo: Dropbox empezó con un video explicativo, no con servidores carísimos.Datos > Opiniones:
Si el HiPPO insiste en “añadir blockchain”, pregúntale: “¿Qué problema del usuario resuelve?”. Si tartamudea, cancela la reunión.Experimentos, no elefantes blancos:
Spotify prueba features con A/B testing, no las lanza como profecías del CEO.Celebra los fracasos (pero no los repitas):
Si una feature muere, haz un funeral simbólico. Con globos negros y un discurso: “Aquí yace el sistema de puntos por completar tareas. Nadie lo usó”.
Checklist para no ser cómplice del humo
¿Tu última feature tuvo más impacto que un pedo en un huracán?
¿Sabes qué es un “usuario” o solo los llamas “el de allá”?
¿Tus reuniones incluyen la palabra “¿Por qué?” o solo “Sí, jefe”?
Y recuerda: Un producto sin foco es como un chiste sin gracia. Todos fingen reír, pero nadie lo usa.
Descarga el manual para esquivar animales corporativos aquí: Productboard’s Zoo Management Guide. Te enseñará a domar HiPPOs, ahuyentar PUFFIns y evitar WoLFs (Waste of Lifetime Features) y muchos más.